Obra literaria.
Comenzó Cervantes su carrera como escritor en 1584, año en que fue estrenada en Madrid su pieza Los tratos de Argel y La Numancia. A comienzos de 1585, fue publicada su novela La Galatea.
Cervantes había continuado escribiendo, de modo que el 1605 publicó la primera parte del Quijote.
En el prólogo de las Novelas ejemplares, Cervantes ofreció un autoretrato literario:
Éste que véis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos y nariz corva, aunque bien proporcionada, las barbas de plata, que no ha veinte años que fueron de oro; los bigotes grandes, la boca pequeña, los dientes ni menudos ni crecidos, porque no tiene sino seis, y ésos mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen correspondencia los unos con los otros; el cuerpo entre dos extremos, ni grande ni pequeño; la color viva, antes blanca que morena, algo cargado de espaldas y no muy ligero de pies. Éste, digo, que es el rostro del autor de «La Galatea» y de «Don Quijote de la Mancha»
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Literariamente, Cervantes es considerado como el más grande de los novelistas, y su célebre El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha - libro que figura entre aquellos más veces editado en el mundo entero - una creación máxima de las Letras españolas y universales. Pero Cervantes fue un escritor destacado no solamente en prosa, sino también en poesía y en el teatro.
Puede considerarse que el teatro fue la gran vocación de Cervantes, pero al ser contemporáneo de Lope de Vega tuvo en éste un poderoso competidor.
En una primera época, en sus obras para teatro Cervantes se atuvo a los lineamientos clásicos, respetando la regla de las tres unidades. Pero más tarde, siguiendo el camino de Lope de Vega, las dejó de lado. Pertenecen a esta segunda época las ocho Comedias y los ocho Entremeses nuevos, obras breves que nunca fueron representadas y que fueron publicadas en 1615.
Las comedias son El gallardo español, La casa de los celos y selvas de Ardenia, Los baños de Argel, El rufián dichoso, La gran Sultana doña Catalina de Oviedo, El laberinto de amor, La entretenida, y Pedro de Urdemalas.
Pero lo más disfutable de su obra dramática son los entremeses, obras cortas en que supo retratar de modo extraordinariamente vivaz las costumbres sociales de su tiempo: El Juez de los divorcios, La guarda cuidadosa, El vizcaíno fingido, El retablo de las maravillas, La cueva de Salamanca, La elección de los alcaldes de Daganzo, El viejo celoso, y El rufián viudo.
No obstante, es en la novela donde Cervantes alcanzó su máximos logros. El Quijote aparejó a Cervantes un enorme prestigio como escritor; habiendo tenido la obra un enorme éxito del cual derivaron varias ediciones y traducciones.
En la novela Cervantes es un punto alto de la picaresca, cuyas obras de esta categoría, escritas entre 1590 y 1562, fueron reunidas y publicadas en 1613 luego del éxito del Quijote, bajo el nombre de Novelas ejemplares; doce relatos cortos a los que el propio Cervantes atribuyó la virtud de que no hay en ellas ninguna de la que no se pueda sacar una enseñanza provechosa.
En el prólogo Cervantes hace caudal de su originalidad como creador del genero novelístico español: Yo soy el primero que he novelado en lengua castellana.
En realidad, hasta ese momento no se habían escrito ese tipo de novelas cortas en español, y solamente eran conocidas las adaptaciones o traducciones de los novellieri italianos.
La colección está integrada por La gitanilla, El amante liberal, Rinconete y Cortadillo, La española inglesa, El licenciado Vidriera, La fuerza de la sangre, El celoso extremeño, La ilustre fregona, Las dos doncellas, La señora Cornelia, El casamiento engañoso, y El coloquio de los perros.
Su última novela fue Los trabajos de Persiles y Sigismunda, publicada en forma póstuma en 1617, y que Cervantes dató con su firma el 19 de abril de 1616 escribiendo en su dedicatoria al Conde de Lemos que lo hacía con las ansias de la muerte y puesto ya el pie en el estribo para el supremo viaje.
Cronológicamente, La Galatea parece ser el primer proyecto novelístico de Cervantes.
Es una novela de ambiente pastoril, cuyo primer libro publicado por Cervantes en 1585, indicaba que se trataba de una primera parte. Al igual que en otras novelas de su género, sus personajes son pastores que relatan sus conflictos de amor, expresándose en una forma idealizada. La obra está compuesta por seis libros que desarrollan un argumento principal y cuatro secundarios.
La situación principal trata de los amores de los pastores Elicio y Galatea, a quien su padre pretende casarla con el adinerado Erastro. Las situaciones secundarias incorporan varios otros episodios amorosos cuyos protagonistas también son pastores.
En esta novela inicial, Cervantes ya se muestra renovando los elementos tradicionales del género pastoril; si bien a menudo deja de lado el modelo idílico en las relaciones entre los pastores y con la geografía, en este caso el río Tajo. La principal innovación consiste en la interrelación de las historias secundarias que se asocian a la historia principal; y dejan implícita una posibilidad de segunda parte ya anunciada, pero que Cervantes, al parecer, no escribió nunca.
Los Trabajos de Persiles y Sigismunda es cronológicamente la última la obra de Cervantes, quien se puso a escribir el prólogo tres días antes de morir. Relata la peregrinación de Persiles y Sigismunda desde el norte de Europa hasta Roma; en un viaje en que se presenta la diversidad de los lugares que recorren a partir de la nórdica isla Bárbara, Islandia, Noruega, Irlanda y Dinamarca, hasta los territorios de Portugal, España, Francia e Italia.
El transcurso del relato da oportunidad a una constante aparición de nuevos personajes durante el recorrido y a una continuada inserción de relatos colaterales. En su transcurso se acumulan episodios de aventuras, navegaciones peligrosas, naufragios, actos de piratería, batallas, cautiverios, fugas, etc.
También parece haber tenido Cervantes una amplia obra poética, aunque en su mayor parte se ha perdido. Algunas se conservan por haberse encontrado intercaladas en sus obras en prosa.
La obra poética de Cervantes se origina en su primera juventud, habiendo escrito redondillas, sonetos y elegías; de las cuales sobresale la que dedicara a la muerte de la Reina doña Isabel de Valois, tercera esposa del Rey Felipe II. También incluyó en su obra en prosa La Galatea, un Canto de Calíope escrito en octavas reales; y escribió varias otras composiciones aisladas entre las que se destaca un soneto lleno de ironía dedicado Al túmulo de Felipe II. Sin embargo, su obra versificada más importante data de 1614, El viaje al Parnaso, donde realiza una semblanza generalmente satírica de todos los poetas importantes de su época.
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